Tigre, sin respuestas frente a Boca

Tigre no mereció más de lo que tuvo. Boca gustó, goleó y le ganó a un Tigre estorbo que se presentó en la Bombonera. El equipo dirigido por Cagna no contó con las armas necesarias para contrarrestar el poderío ténico de Boca. Por lo ocurrido a lo largo de los noventa minutos, el 6-2 fue un resultado justo, aunque por momentos Tigre pudo descontar, en otros Boca tuvo la oportunidad de aumentar la ventaja. Si no lo hizo fue porque sacó el pie del acelerador.

A los seis minutos Boca ya estaba arriba en el marcador. En tres toques (con taco incluido de Palermo) dejó solo a Rodrigo Palacio para que definiera frente a Islas. Pasaron 22 minutos para que Tigre igualara el pleito: una mala salida de Caranta le cedió el gol a Román Martínez. Era el 1-1. Solo tuvieron que pasar ds minutos más para que Boca volviera a aventajarse gracias a una volea de Palermo, que entraba por la derecha de la defensa de Tigre, el punto más bajo del partido.

De nada sirvió el segundo gol de Martínez (remate desde afuera del área) a los 10 del complemento, porque a esa altura Boca ya había aumentado con Paletta (de cabeza, el 3-1) y con Palacio.

El lo que quedaba de partido, Boca se dedicó a hacer correr el tiempo, pero los errores defensivos de Tigre, sumado a la explosión de Chávez, hicieron que se encontrara con dos goles más. Otro de Palermo y el del eléctrico Chávez para cerrar el marcador.

Boca es más que Tigre, sin ninguna duda. Riquelme parado fue mucha más que el intermitente Morel. Ibarra, más lento que hace 5 años, fue más inteligente para recorrer el carril que el desesperado Matías Giménez. Y así en todas las líneas. Pero aúnque el 6 a 2 fue el resultado más adverso de los que tuvo que soportar el equipo de Victoria en toda la temporada, queda la sensación de qué las cosas se hicieron bien en la Bombonera; porque Tigre, el de las hazañas, nunca baja los brazos y no traicionó (jamás) su estilo de juego.

Palermo remata, es el 2-1 (Fotos Olé)